El mundo unipolar y la globalización económica
y política.
El neoliberalismo
En la década de 1960 y 1970, al tiempo que se
registraban protestas y movimientos sociales, los países industrializados
atravesaban por una crisis que provocó el estancamiento de la producción y la
perdida de ganancias. Los precios empezaron a elevarse y los sindicatos
reaccionaron demandado aumentos salariales para los trabajadores. Al
incrementarse los salarios, el costo de producción también creció y los precios
de las mercancías subieron. De este modo, se entró en un espiral de precios y
salarios, llamada por los economistas, espiral inflacionaria.
En Estados Unidos de América se producía la
cuarta parte de la industria mundial se
consumía 33% de los energéticos. Esto significaba que buena parte del mundo
dependía de la actividad económica estadounidense, en especial, los productores
de petróleo de Medio Oriente que les suministraban este hidrocarburo. El dólar
fue devaluado y, con ello, los precios del petróleo, establecidos en dólares,
bajaron también.
La curva ascendente de los precios del
petróleo benefició a los países productores que, la crisis modifico las
relaciones económicas del planeta pues, desde entonces, desempleo se convirtió
en una lacra difícil de borrar y el empobrecimiento de amplios sectores de la
población de los países del Tercer Mundo alcanzó niveles de hambre extrema,
sobre todo el continente africano.
La "era Reagan"
Cuando en enero de 1981, el exactor de Hollywood
y persecutor de comunistas en la era del macartismo, Donald Reagan, tomó
posesión como presidente de Estados Unidos de América, anunció su decisión de
acabar con el largo periodo de desempleo e inflación padecido por los
estadounidenses desde 1973. Para ello siguió las recomendaciones de algunos
economistas de adoptar el neoliberalismo y abandonar la política del estado de
bienestar.
Dos años antes, en 1979, Margaret Thatcher,
conocida como la "dama de hierro", había sido elegida primera
ministra de Gran Bretaña. Ella declaró que el neoliberalismo era la única
alternativa, y que la competencia entre las naciones, las regiones, las firmas
y los individuos permitirían separar lo correcto de lo incorrecto y lo bueno de
lo malo, para hacer economías eficientes. Así, Gran Bretaña y Estados Unidos de
América, fueron las primeras naciones en aplicar medidas neoliberales.
Los defensores de la política neoliberal
sostenían que la desregulación de los mercados, el libre tránsito de gente y
mercancías, así como la apertura de las fronteras para permitir la inversión de
capitales acarrearían beneficios a todo el globo terráqueo; es decir, a largo
plazo, el intercambio mundial resolvería los grandes problemas humanos y
eliminaría antiguas conductas negativas cultivadas por empresarios y
gobernantes, como la apatía, la dependencia, el paternalismo y el otorgamiento
de subsidios.
En ese momento, las potencias
industrializadas, reunidas en el Grupo de los 8 (G-8) y convencidas de las
bondades del neoliberalismo, exigieron a los gobiernos del resto del mundo del
Banco Mundial(BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización
Mundial del Comercio (OMC):
-La privatización de las empresas ineficientes
o improductivas.
-El "adelgazamiento" de los gastos
del estado.
-La no intervención de los gobiernos en la
actividad económica, con el fin de dejar la competencia en libertad.
La "Era Reagan" comprendió dos
periodos presidenciales, de 1981 a 1989. En el primero, Reagan y su
vicepresidente George H. Bush, lograron sacar a la economía estadounidense de
su crisis inflacionaria y generar empleos, sin embargo, la desigualdad creció.
Enemigo declarado de la Unión Soviética -a la cual denominada "el imperio
del mal"- en esos años, Reagan emprendió el mayor programa de rearme en
tiempos de paz de la historia de Estados Unidos de América. Un ingrediente
básico de este programa fue la iniciativa de defensa estratégica (IDE), mejor
conocido como Guerra de las Galaxias.
La globalización.
A partir de la caída del Muro de Berlín en
1989, los mercado s internacionales les asumieron que el capitalismo había
triunfado y empezaba la era de un solo mundo unido de acuerdo con un mismo
sistema económico y un nuevo orden internacional; un sistema unipolar.
La era de la globalización correspondiente del
siglo XX se distingue de las anteriores por el aumento del volumen y la
velocidad de los intercambios debido a la ,multiplicación y efectividad de las
redes de comunicación y el abaratamiento de los transportes. Millones de
personas emigraron o viajan de un lugar a otro llevando consigo sus usos y
costumbres; millones de personas eligen parejas y tienen hijos con otros de
distinta nacionalidad; millones de mercancías van y vienen en barcos, aviones,
ferrocarriles y camiones.
Pero el problema fundamental de estos
intercambios en que las ganancias se concentran en unas cuantas manos, en
grandes monopolios cuyas sucursales o franquicias están en todo el mundo. Con
los precios bajos que ofrecen, pues emplean alta tecnología y compran grandes
volúmenes de materias primas a los mejores precios, los monopolios elominan la
competencia, es decir, quitan oportunidades a los pequeños propietarios y
productores.
Al iniciar el siglo XXI, la integración de las
economías nacionales en el mercado global, es decir, la globalización o
configuración de la "aldea global", arroja resultados muy distintos
de los prometidos: deterioro ecológico, desempleo, hambruna, terrorismo,
violencia, guerras.
El deterioro ambiental.
La
globalización ocurrida a fines del siglo XX se caracterizo por:
-Explosión demográfica mundial.
-Aumento del consumo.
-Alta tecnificación de la industria.
-Crecimiento de la producción de mercancías,
muchas de ellas compuestas por plástico, hule y otros derivados del petróleo.
-Incremento de la velocidad de los
intercambios.
-Reproducción del número y la efectividad de
las redes de comunicación y los transportes.
Todo esto requirió la intensificación de la
explotación de las principales fuentes de energía: el carbón, el petróleo y el
gas con alarmantes consecuencias ambientales, sobre todo, contaminación y
calentamiento de la Tierra, con modificaciones del clima mundial, generación de
sequías, inundaciones y grandes desequilibrios y estragos en la flora y la
fauna del planeta.
La destrucción de los bosques para extraer
madera, de las selvas y las estepas para ampliar las tierras de cultivo
agrícola y ganadero, la contaminación del agua y el aire por los desechos
industriales y nucleares, el empleo masivo de vehículos que queman gasolina han
estado relacionados también con el crecimiento demográfico, la ignorancia y la
ausencia de políticas para el cuidado del ambiente, sobre todo en los países
subdesarrollados.
Dado que las medidas para aminorar las
consecuencias catastróficas del cambio climático deben emprenderse
conjuntamente, a partir de acuerdos internacionales, en 1987 tuvo lugar una
reunión en Montreal (Canadá) de la cual se desprendió la firma de un protocolo
para detener la destrucción de la capa de ozono de la atmósfera por emisión de
gases contaminantes.
El gran problema ha sido que las naciones que
más contaminan- Estados Unidos y China- no se han adherido al protocolo de
Quioto, es decir, no han aceptado las restricciones que establece.
Algunos movimientos ambientalistas, esto es,
movimientos sociales que defienden la protección del medio ambiente, como
Greenpeace, Amigos de la Tierra y Ecologistas en acción, señalan que la
destrucción del medio ambiente, así como el problema del camino climático
podrían reducirse si la producción y el consumo de mercancías fueran más
racionales, ósea, si no existiera la enorme oferta de "productos
chatarra", el desperdicio y el derroche en un mundo donde,
paradójicamente, predominan el hambre y la exclusión.
La violencia y la multiplicación de las
guerras.
La permanente carrera armamentista,
intensificada durante el siglo XX, ha hecho que ese siglo sea conocido como el
"siglo de la violencia".
Los diez millones de muertos de la Primera
Guerra Mundial, los mas de cincuenta millones de muertos de la Segunda, las
guerras sufridas por la descolonización en África y el sureste asiático (Corea,
Vietnam, Camboya, Laos e Indonesia...) las guerras de religión interétnicas y
nacionales, así como las muertes por epidemias y desnutrición indican que
durante esos cien años la barbarie y la inhumanidad crecieron.
Como se recordara, mientras en la Primera
Guerra Mundial, la mayor parte de los muertos y lisiados fueron soldados, en la
Segunda y en las subsiguientes la más afectada fue la población civil durante
la historia, las guerras habían respondido a ciertas reglas y las dirigían
expertos militares y políticos. Con el franquismo, el fascismo, el nazismo y
las dictaduras militares, estas reglas se violentaron. Muchos prisioneros
fueron tratados como objetos y no como personas y la nueva tecnología permitió
la destrucción de poblaciones y ciudades enteras con bombardeos aéreos
(Hiroshima, Nagasaki, Vietnam y Camboya) y fabricas de la muerte.
La Guerra Fría concluyo cuando se celebraron
dos reuniones cumbres en Reikiavik (1986) y en Washington (1987) entre Estados
Unidos de América, con Donald Reagan, y la URSS, con Mijail Gorbachov. Por la
iniciativa de Gorbachov, ambos dirigentes acordaron acabar con la carrera de
armamentos.
Desde los años setenta, la creciente
barbarización mundial ha podido advertirse en los actos terroristas de
fundamentalistas islámicos, de israelíes y palestinos, de la ETA en España, del
ejercito republicano irlandés (ERI) en el Reino Unido o de las FARC en
Colombia. También ha podido advertirse en el resurgimiento del fascismo y el
nazismo con los grupos de "cabezas rapadas" en Alemania, Austria y
Holanda, que queman casas de emigrantes del Tercer Mundo en los movimientos
xenófobos en Francia o en las acciones de los hooligans en Inglaterra que
atacan indiscriminadamente al final de los partidos de futbol.
Hoy, existe gran demanda de armas
suficientemente destructivas y a precios accesibles. Junto con la
producción y comercio de drogas, las
armas han generado un clima de muerte latente, de intenso contrabando y han
creado todo un mundo de poderosas mafias.
La emigración y el hambre extrema.
La inmigración africana es uno de los mayores
problemas de Europa occidental, aunque a ella también llegan chinos, coreanos,
vietnamitas, indios, pakistaníes, turcos y gente de Europa del este,
principalmente de la ex Unión Soviética.
Las grandes emigraciones están motivadas por
razones económicas ya que en sus lugares de origen la gente sufre desempleo,
pobreza e incluso hambre extrema. La brecha que separa a los países pobres de
los países ricos; a las minoritarias clases acomodadas de las grandes masas de
desempleados, excluidos y marginados se ha profundizado. En los países del
tercer Mundo, entre el 10 y 20% de la población concentran el 90% de la riqueza
y, a pesar de la impresionante revolución científica y tecnológica registrada
en la segunda mitad del siglo XX las guerras y la desnutrición han ocasionado
el mayor numero de muertes en toda la historia humana.
En los países subdesarrollados, la natalidad
crece de la mano de la mortandad y la miseria, en zonas como Asia, el pacífico
y el África negra alcanzan cifras que indican la desaparición de pueblos
enteros ligadas a la pobreza y la desnutrición, epidemias, como el cólera, la
tuberculosis, la malaria, la lepra y la viruela, han renacido y también se han
cobrado muchas vidas.
Los "tigres asiáticos" y las
economías emergentes.
La política económica neoliberal presiono a
los gobiernos para permitir que los grandes consorcios se instalaran donde mas
les conviniera, esto es, donde los costos de producción fueran menores, ya que
en sus economías de origen, es decir, en el primer mundo, los salarios y los
impuestos eran altos. Así, estos consorcios -también llamados transnacionales
por contar con un capital perteneciente a inversionistas de todo el mundo- ya
no acumularían capital en el seno de una nación sino que lo distribuirían por
todo el globo.
En la década de 1990, la búsqueda de obreros
eficientes, dispuestos a trabajar largas jornadas-hasta 14 horas- a cambio de
bajos salarios pagados a destajo o por pieza y que además nos demandaran para
estaciones sociales, propició que en la ciudad china de Hong Kong y en el
sureste asiático (Taiwán, Corea del Sur y Singapur) se echaron a andar
numerosas fábricas y talleres con una marcada división del trabajo manual y una
alta capacidad de producir baratijas, objetos desechables, juguetes, ropa,
textiles, calzado, aparatos electrónicos y de comunicación.
A pesar de las diferentes características
geográficas y sociales entre esos países, conocidos como "tigres
asiáticos" o "dragones orientales" (Corea del Sur, Hong Kong,
Taiwán y Singapur), en las ultimas décadas existe algo que los identifica: su
análoga respuesta para enfrentar y salir del subdesarrollo, así como su
conversión en enclaves industriales exportadores de productos de consumo
masivo.
Aunque estos cuatro países padecen problemas
por falta de libertades individuales y altos índices de delincuencia y pobreza,
su paso a la condición de primeros exportadores mundiales se explica por:
-Haber adoptado un modelo de desarrollo que
favorece las actividades productivas.
-Considerar beneficios fiscales a los
inversionistas.
-Otorgar prioridad a la exportación de
productos manufacturados para el consumo masivo.
El proceso que les permitió convertirse en
potencias exportadores paso por cuatro fases:
-Fabricas y maquiladoras japonesas y
estadounidenses se instalaron en estos países, para aprovechar las ventajas que
ofrecía una fuerza de trabajo hábil, disciplina y, sobre todo, barata. Los
gobiernos autoritarios aseguraron el orden económico, la moderación salarial y
la tranquilidad laboral.
-Con los ingresos recaudados por la venta
masiva, estos países comenzaron a montar empresas propias dedicadas
fundamentalmente a la imitación de productos extranjeros. En esta fase
imitativa, los técnicos y obreros aprendieron la tecnología y la aplicación con
bajos costos.
-De la fase imitativa pasaron a otra fase
relativamente innovadora. Relativamente porque los grandes descubrimientos y
las transformaciones importantes siguen ubicándose en el primer mundo.
-Las empresas en fase de innovación no se
conformaron con exportar, si no que invirtieron en el exterior para evitar las
trabas impuestas a sus productos.
Presentaciones en Slideshare
http://es.slideshare.net/historiaa418/unidad-9-entre-el-viejo-y-el-nuevo-milenio
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