SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
Para encontrar un explicación de ese rapto de la voluntad
de la nación germana hay que remitirse al Tratado de Versalles, firmado en
1919, por el que las potencias vencedoras sometían a Alemania a una serie de
condiciones que la mayoría de la población germana considero intolerable. El
hecho de que algunas zonas alemanas pasasen a control militar de los vencedores
o la obligación de hacer frente al pago de unas ingentes sumas de dinero para
reparaciones de guerra no fue tan doloroso como el que Alemania debía reconocer
la culpabilidad en el estallido de la guerra. Eso fue considerado como una
afrenta insoportable que algún día debía ser vengada.
Uno de los artificios del Tratado de Versalles, el primer
ministro inglés Lloyd George, era plenamente consciente de que aquel documento
no garantizaría en el futuro de la paz en Europa.
El premier británico confesó que el Tratado provocaría otra
guerra a los 20 años de su firma y, por desgracia, no se equivocó en absoluto.
Por su parte, Robert Lansing, secretario de Estado norteamericano, no compartía
el optimismo de su presidente, Wilson.
Pese al peligro de que Europa volviera a verse envuelta en
un conflicto armado aún más sangriento, las potencias occidentales, pero en
especial Francia, no supieron estar a la altura de la república de Weimar (el
nuevo estado democrático alemán).
La obligación al pago de las reparaciones de guerra impidió
a Alemania consolidar su economía. Paro, disturbios, inestabilidad política,
fueron el caldo de cultivo en el que la desengañada población germana giro su
vista hacia los que le proponían soluciones radicales para poner fin así fin a
ese estado de postración.
Las consecuencias de esta ceguera política de las potencias
se verían más tarde. Después de un intento de hacerse con el poder por la
fuerza en 1923, mediante un fallido golpe de Estado surgido en una cervecería
de Munich, Hitler se aupó al poder, forzando al límite las reglas de la
democracia, 10 años más tarde.
Gracias a un innovador y efectivo uso de la propaganda,
sumado al clima de coacción creado por
sus seguidores más fanáticos, que no dudaban en recurrir a la intimidación y la
violencia física, obtuvo unos resultados electorales que le permitieron exigir
la cancillería al anciano presidente Hindenburg.
En cuanto fue nombrado canciller, el 30 de enero de 1933,
Hitler puso en marcha su plan para crear un Estado totalitario. De nada
sirvieron las advertencias del general Erich Ludendorff, que conocía muy bien a
Hitler.
Un incidente intencionado del Reichstag fue utilizado como
excusa para ilegalizar al Partido Comunista. Además, se inauguró el campo de
concentración de Dachau para internar a todos los que se mostraran críticos con
el nuevo régimen.
Si Francia y Gran Bretaña eran en último término
responsables por inacción del ascenso de Hitler (ya convertido en Führer), el
pueblo germano también lo era en no menor medida; la mayoría de los alemanes
asistió a la persecución a la que fueron sometidos los ciudadanos de origen
judío.
Las intenciones de Hitler quedaron claras cuando en octubre
de 1933, cuando Alemania se retiró de la Sociedad de Naciones. Su primer
desafío a la comunidad internacional fue instaurar el servicio militar
obligatorio en marzo de 1935, admitiendo la existencia de la Luftwaffe.
Ese mismo año se dictaron los decretos antisemitas de
Nuremberg, donde se decretó la muerte civil a los judíos, como primer paso para
su eliminación.
Hitler inició un rearme generalizado, saltándose los
limites por el Tratado de Versalles, sin que las potencias occidentales
intervinieran.
La expansión del tercer Reich
En marzo de 1936, los alemanes entraron con 4 batallones en
Renania, una región industrial fronteriza con Francia que había permanecido
desmilitarizada desde el final de la Primera Guerra Mundial.
Hitler confesó que si los franceses hubieran reaccionado en
ese momento, el entonces débil ejercito germano hubiera sido arrollado, pero el
farol de Hitler tuvo éxito.
Los grandes éxitos alcanzados por Hitler en materia
económica y en política internacional restaron credibilidad los pocos que se
atrevían a denunciar los excesos del estado policial en el que se había
convertido Alemania.
Se inició la construcción de una moderna red de autopistas
que sería la envidia de los visitantes extranjeros y Berlín dio a conocer al
mundo su mejor cara de la utopía nazi en
los Juegos Olímpicos de 1936.
Hitler consiguió la anexión de Austria, el llamado
Anschluss, en marzo de 1938. Antes de que sus tropas entraran a su país natal,
los nazis llevaron a cabo una intensa campaña de desestabilidad, lo que incluyó
el asesinato de su canciller en 1934.
Hitler regreso a su ciudad natal, pero esta vez saludando
desde una Merced negra blindada, protegido por una cohorte de soldados y aclamada
por sus compatriotas.
En septiembre de 1938, Hitler reclamaría la anexión de la región checoslovaca de los Sudetes. Checoslovaquia
pidió ayuda a Francia y Gran Bretaña para
pedir auxilio ante las amenazas alemanas.
Las potencias occidentales comprendieron que Hitler estaba
dispuesta a llegar a la guerra para lograr su propósito, decidieron reunirse
con él, con Mussolini en el papel de mediador.
En la noche del 29 al 30 de septiembre de 1938 se consumó
en Múnich la claudicación de las potencias democráticas ante la ambición de
Hitler.
El 1 de octubre, las tropas alemanas irrumpieron en el
territorio checo, en el cumplimiento de los acuerdos del pacto, apoderándose
así de la región de los Sudetes.
Británicos y franceses habían creído siempre a Hitler cuando les aseguraba que cada uno de
esos pasos del expansionismo alemán era su “última reivindicación en Europa”.
Pero ese autoengaño estaba a punto de finalizar.
El 15 de marzo de 1939, cuando las tropas alemanas ocuparon
Praga convirtieron aquel pacto mostrado orgullosamente por Chamberlain a la
multitud, las potencias occidentales comenzaron a comprender que, la época de
Hitler debía acabar.
Polonia era el siguiente objetivo. La antigua ciudad
germana de Danzing, territorio polaco, era el motivo de conflicto presentado
por Alemania para obtener nuevas
ganancias territoriales. El 26 de marzo exigió la entrega de Danzing.
El 22 de mayo de firmó con Mussolini el Pacto de Acero, por
el que ambas naciones se ayudarían mutuamente.
El 23 de agosto de 1939
se firmaba en el Kremlin un pacto entre la Alemania nazi y Rusia
soviética, que en realidad era un acuerdo de colaboración en toda regla. Por
parte de Alemania lo rubricó el ministro de asuntos Exteriores, Von Ribbentrop,
y por Rusia, Vyacheslav Molotov, con la presencia de Stalin.
La reunión en el Kremlin finalizó.
La única potencia que podía interferir en sus planes al
verse amenazada, era la Unión Soviética, pero ya estaba domesticada.
LA INVACIÓN A POLONIA.
Se inició el 1 de septiembre de 1939. Y es considerada como
el detonante de la Segunda Guerra Mundial. Antes de esta invasión, la cuestión
de Polonia figuraba entre las cláusulas secretas del Pacto de no agresión
firmado entre Alemania y la URSS, en agosto de 1939. En ellas se estipulaba que
el país sería anexionado y dividido en dos áreas: una para los soviéticos y la
otra para los alemanes, pero lo cierto es que esto no se llevó a cabo.
La invasión a Polonia fue anunciada días antes por Adolf
Hitler en un discurso brindado a la cúpula del ejército alemán en la que ponía
en claro sus propósitos: “Aniquilación de Polonia en primer término […] No
tengáis piedad. Actuad con brutalidad”.
Los esfuerzos diplomáticos no consiguieron frenar sus
intenciones, la invasión era inevitable. El 31 de agosto de 1939, en una
maniobra “propagandística”, hombres de las SS atentaron contra una radio
alemana cercana a la frontera, generando así un pretexto para “justificar” el
ataque.
Las tropas fueron puestas en marcha y el 1 de Septiembre de
1939, Alemania invadía Polonia. Dos días más tarde, Francia y Gran Bretaña
hacen su declaración de guerra contra Alemania, dando comienzo “oficialmente” a
la Segunda Guerra Mundial.
• La Drole de
Guerre
En cuanto las tropas alemanas entraron a Polonia, Francia
recibió suplicas desesperadas de los polacos para que atacaran las fronteras
occidentales de Alemania. Desde París se aseguraba de que la ofensiva se
estuviera llevando a cabo. El general Gamelin anunció que más de la mitad de
sus divisiones estaba en contacto con el enemigo, pero le faltó aclarar que tan
solo se trataba de contacto visual.
Al final, el ataque a Alemania consistió en un mínimo
avance en el que casi no se entró en acción, en una operación que se denominó
“Sarre” al desarrollarse en esta región.
El progreso de las tropas francesas se inició el 6 de septiembre de 1939. El 12 de septiembre, al ser evidente que nada
podía salvar ya a los polacos, el avance fue frenado definitivamente.
El 16 de octubre del mismo año, los alemanes recuperaron el
escaso territorio ocupado por las tropas francesas en la operación “Sarre”. A
partir de entonces, los centinelas franceses, protegidos por la Línea Maginot,
observaban con sus binoculares a los alemanes, mientras que estos, desde la
Línea Sigfrido, vigilaban atentamente a los soldados franceses.
Esa tensa fase del conflicto seria conocida en Alemania
como sitzkrieg (guerra de posiciones) y en Gran Bretaña como phony war (guerra de mentira). Esos meses de
inactividad en los frentes terrestres han pasado a la historia con su
denominación en francés; drôle de guerre
(la extraña guerra).
Por su parte los
británicos enviaron a Francia un ejército expedicionario que se encargó de
realizar trabajos de fortificación y de intercambiar algún disparo lejano con
los alemanes.
A falta de guerra en el continente, el enfrentamiento se
trasladó al mar. Allí los británicos tenían todas las de ganar, gracias a su
hegemonía naval, pero no contaban con que los alemanes se pondrían al máximo.
Hitler dio luz verde a sus submarinos para que atacasen cualquier mercante
aliado y ordenó bloquear los puertos ingleses lanzando minas magnéticas, lo que
causaría un grave perjuicio al aprovisionamiento de las islas.
Se produjo una respuesta aliada, cuando el crucero
británico Ajax logró hundir al buque alemán Olinda en aguas de Sudamérica. Pero
a la Marina de guerra alemana (la Kriegsmarine) no le inquietó la perdida de
ese barco.
• DUELO EN EL
MAR
La base naval de Scapa Flow estaba considerada como el
lugar más seguro para la flota británica. Este extenso fondeadero se encuentra
en las islas Orcadas, muy próximas a la costa norte de Escocia.
En octubre de 1939, el almirante Doenitz, decidió golpear
al orgullo británico en donde menos lo esperaba, en Scapa Flow. Para ello eligió el submarino U-47, con el
teniente de navio Gunther Prien al frente. Gracias al conocimiento que tenía
sobre las mareas de la zona, en la madrugada del 14 de octubre logró esquivar
esas defensas.
Cuando entró en la base buscó el acorazado Royal Oak y disparó sus torpedos, averió gravemente al
portahidros Pegasus. Salió sin ser visto en camino a la base en Kiel, Alemania.
Los ingleses no esperaron mucho para dar su golpe. El
objetivo era el Graf Spee, un majestuoso barco calificado como “acorazado de
bolsillo” debido a su pequeño tamaño, con un grueso blindaje y poderosos
cañones; comandado por el capitán Hans Langsdorff. Decidieron ponerle una trampa enviando
mensajes falsos, haciéndole creer que zarparía un convoy cargado de carne. Pero
en lugar de encontrarse a los mercantes se topó con los cruceros Exeter, Ajax y
Achilles. La batalla empezó al amanecer del 13 de diciembre de 1939, cuando
Langsdorff ordenó abrir fuego contra el Exeter. Al final el Graf Spee cayó en
una trampa, para evitar que cayera en manos enemigas, decidieron hundirlo en el
Mar de Plata.
Hitler tenía la mente ocupada en otra cosa. Estaba decidido
en lanza una ofensiva en el oeste con el objetivo de llegar a París. Pero sus
planes fueron estropeados cuando el Messerschmitt 109 cayó en territorio Belga
con los planes de la ofensiva; y estos cayeron en manos de franceses y belgas.
Hitler enfurecido retraso la ofensiva hasta la primavera.
• GUERRA DE
INVIERNO EN FILANDIA.
Los rusos intentaban aprovechar el impulso para seguir
añadiendo territorios a la Unión Soviética. Estonia, Letonia y Lituania ya
habían sido anexados, en cumplimiento del acuerdo secreto con los nazis. Stalin fijó su vista en Finlandia
Sin previa declaración de guerra, el Ejército Rojo atacó
Finlandia el 30 de noviembre de 1939. Los finlandeses se retiraron hasta una
sólida línea defensiva, desde la que pudieron rechazar a los rusos.
Anta la falta de armamento adecuado, los fineses
recurrieron a la imaginación para destruir los tanques enemigos, inventando el
artefacto incendiario Coctel molotov.
Finlandia aguanto hasta marzo de 1940, cuando se firmó un
tratado de paz cediendo cerca del 10% del territorio finés y el 20% de su
capacidad industrial a la Unión Soviética.
Denominacion de galos y germanos:
Galos: eran los pueblos que habitaban en Francia, Belgica,
eloeste de Suiza y las zonas de Holanda y Alemania al oeste del Rin.
Germanos: alemanes
• Objetivo:
Noruega
Noruega estaba se estaba perfilando como la siguiente
fuente de fricciones.
Los alemanes necesitaban del hierro sueco para la guerra.
Además, para que su flota de guerra pudiera salir al Mar del Norte y al
Atlántico era fundamental que las rutas cerca de las costas noruegas estuvieran
despejadas.
Noruega había permanecido neutral y esto les daba ventaja a
los alemanes. Pero, si Noruega se iba con los aliados, Alemania se vería muy
perjudicada. El primer aviso de esto fue en febrero de 1940. Un petrolero
germano, el Altmark; se dirigía a Alemania por aguas neutrales, en sus bodegas
iban 299 marineros británicos capturados durante las correrías que había
llevado a cabo el Graf Spee.
A mediodía del 16 de febrero, tres destructores británicos
iniciaron la persecución del petrolero para darle caza. Pero unos destructores
noruegos intervinieron para que el enfrentamiento no se diese en esa zona
limítrofe con sus aguas. Pusieron al Altmark bajo protección, pero el
destructor ingles Cossak penetro y tomo al Altmark al asalto.
Esta intervención de Noruega hizo que tanto alemanes como británicos
planificaran su ocupación para que no callera en manos del otro.
Mientras los ingleses preparaban enviaban a su cuerpo
expedicionario a Noruega, los alemanes se les adelantaron. El 9 de abril de
1940, las tropas alemanas desembarcaron en varios puntos de la costa noruega,
Trondheim y Narvik entre otros.
#3
El mismo día, la Wehrmacht entro en Dinamarca, con el fin
de emplearla como base aeronaval para apoyar a las fuerzas que participaban en
la invasión de Noruega. Antes de que acabara el día, el monarca Christian X
había ordenado el fin de la resistencia danesa, que se había limitado a unos
cuantos disparos.
El contingente anglo-francés; llegaría a tierras noruegas
hasta el 14 de abril de 1940. Desembarcaron en las proximidades de Narvik,
Namsos y Aandalsnes. Pero poco pudieron hacer.
Los soldados británicos y franceses comenzaron a ser
evacuados de Aandalsnes y Namsos. Solo lograron resistir los de Narvik, al
hacerse con la ciudad, en donde se establecería el gobierno noruego con su rey
Haakon a la cabeza. Esta era la ciudad con mayor importancia estratégica,
debido a que a ella llegaba el ferrocarril, procedente de Suecia, transportaba el mineral de hierro que era
finalmente embarcado hacia Alemania. La posesión de Narvik impedia que el
hierro sueco pudiera alimentar la industria bélica germana, por lo que era
denominada “La llave de hierro”.
Pero el 10 de mayo, llegó la noticia de que Hitler había
lanzado su ofensiva en el oeste. El duelo
entre Alemania y los Aliados se iba a dirimir en la frontera francesa.
La llamada de socorro de Francia implicó la petición del
inmediato regreso de las tropas destinadas en Noruega. En medio de la decepción
de los noruegos, los Aliados se retiraron de Narvik dos semanas más tarde. “La
llave de hierro” pasaba a manos de Alemania, Hitler ya era amo y señor de
Noruega.
• La caída de
Francia.
El 10 de mayo de
1940.
En la madrugada el fuerte belga en el Eben Emael todo estaba tranquilo. Cuando los
vigías encargados de la artillería antiaérea
les parece ver en el cielo todavía oscuro varios aviones, pero
curiosamente no se oyó ningún ruido.
Esas figuras se iban haciendo cada vez más grandes. Antes de que los
soldados belgas pudieran reaccionar, esos aparatos ya aterrizaron sobre la
superficie de la fortificación.
Los sorprendidos centinelas comienzan a disparar sus
baterías en dirección a los aviones que continúan acercándose en completo
silencio, pero ya es demasiado tarde. Un grupo de guerrilleros Alemanes los
apuntan con sus fusiles de asalto. Los belgas no tienen de otra más que poner
las manos en alto.
# La explicación a la ausencia de ruido es muy sencilla: se
trataba de planeadores.
Los soldados belgas no pudieron reaccionar contra los
invasores que llegaron desde el cielo. Sus casamatas y nidos de ametralladoras
tienen, sus aberturas dirigidas hacia el exterior del fuerte. Nadie se imaginó
que los ataques pudieran proceder del interior.
Aun así, los defensores salen de los túneles y comienzan a
hostigar a los paracaidistas germanos desde las zonas boscosas. La batalla se
alargó durante todo el día. Al otro día un soldado belga, después de oírse una
trompeta, apareció con una bandera blanca.
# El detalle más espectacular es el hecho de que ese milagro
lo haya conseguido ¡un pequeño grupo de 55 paracaidistas!
El éxito de la operación no fue casualidad. Aquellos
hombres se habían entrenado durante meses en una reproducción a escala del
fuerte que había sido construida en secreto en Alemania, por lo que nada se
había dejado al azar.
Pero el ataque alemán no se reduce a la toma de solo esa
fortaleza. En el mismo momento en que los planeadores estaban aterrizando sobre
el fuerte, la Wehrmacht había entrado, además de Bélgica, en Holanda y
Luxemburgo. Acababa de empezar la guerra relámpago en el oeste.
• Invasión de
Holanda y Bélgica
En la madrugada del 10 de mayo de 1940 los alemanes
lanzaron su ofensiva.
Los paracaidistas alemanes, descendieron en planeadores
sobre las ciudades holandesas de la Haya y Rotterdam, una ciudad que sería
objetivo de un brutal bombardeo 4 días después.
Las tropas alemanas irrumpieron en ambos países, mientras
sus respectivos ejércitos eran víctimas de una confusión generalizada. Tanto
belgas como holandeses lucharon con valentía, pero nada pudieron hacer contra
la fuerza de la Wehrmacht.
Por su parte, los franceses pusieron en marcha el plan
previsto para el caso de que los alemanes entrasen en Bélgica. Las fuerzas
galas, junto con un cuerpo expedicionario británico iban avanzando por los
campos de Flandes casi sin oposición de al Lufteaffe, al encuentro de las
tropas alemanas. Los franceses se estaban introduciendo en una ratonera de la
que ya no habría salida.
En esos momentos, los blindados germanos estaban
atravesando los bosques de las Ardenas para cortar la conexión de aquellas
tropas con su retaguardia. L 12 demayo, las divisiones del general Heinz
Guderian tomaban Sedán. La trampa comenzaba a cerrarse.
El 15 de mayo, los holandeses capitulaban. Mientras tanto
los panzer seguían su marcha imparable, rebasando a la infantería francesa.
La defensa gala hacia aguas por todas partes. Francia había
cometido el mismo error que Polonia; la totalidad de sus fuerzas se hallaban
dispuestas en la frontera, pero si estas eran superadas no había otras
preparadas para taponar las brechas.
Es probable que el primer sorprendido por estos éxitos
iniciales fuera el propio Hitler.
Para el 22 de mayo, la oportunidad de oro de atrapar a los
blindados germanos ya había pasado. Esta indecisión acabó por condenar al
ejército francés.
• Operación
dinamo.
También conocida como milagro de Dunkerque o evacuación de
Dunkerque, fue una operación de evacuación de las tropas aliadas en terreno
francés. Tuvo lugar en Dunkerque
(Francia) a finales de mayo de 1940, y fue organizada por el mariscal
británico y comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria (BEF), john Gort. La
operación permitió el rescate de más de 200.000 soldados británicos y más de
100.000 franceses y belgas.
• Toma de
Paris
El 13 de junio de 1940 la Wehrmacht llegó a las puertas de
París. Por el oeste, las puntas de lanza de las columnas motorizadas y
acorazadas cruzaron el Sena en varios puntos entre París y Rouen. Al norte de
la capital, 12 divisiones lanzaron un feroz ataque a lo largo del río Oise. Al
este, las divisiones panzer cruzaron el Marne alcanzando Meaux. Por la tarde,
los blindados de von Kleist alcanzaron Romilly sobre el Sena mientras que
Guderian alcanzaba Saint Dizier sobre el Marne. Las fuerzas francesas se
retiraron en desbandada hacia la región del Loira. Ante la proximidad de las
tropas alemanas, muchos parisinos abandonaron la capital, siguiendo
instrucciones de la propaganda aliada. Desesperado, el Primer Ministro Paul
Reynaud volvió a suplicar ayuda a los Estados Unidos a través de una emisión
pública radiofónica.
El 14 de junio de
1940 la Wehrmacht entró en París.
Sobre la ciudad derrotada cayó el silencio, sólo roto de
vez en cuando por explosiones distantes a medida que los franceses destruían
sus fábricas de municiones. La única resistencia que los franceses opusieron
procedió de algunos obreros cerca de la Porte d’Aubervilliers, que abuchearon a
los soldados alemanes, quienes les ignoraron. Los alemanes emplazaron puestos
de ametralladoras en puntos clave a medida que atravesaron las calles desiertas
y un oficial se dirigió en coche hasta el jefe de policía de París para decirle
que permaneciera en su cargo hasta nueva orden y que mantuviera el orden
público. La bandera de la Cruz Gamada empezó a ondear sobre la Torre Eiffel. El
Cuartel General alemán en París se estableció en uno de los más lujosos
hoteles, el “Hotel Majestic”, en el 29 de la rue Dumont d'Urville. Hitler
emitió un comunicado "con ocasión de la gran victoria de las tropas
alemanas en Francia, coronadas hoy con su entrada en París" donde ordena
que las banderas sean izadas durante tres días en toda Alemania y que las
campanas de las iglesias toquen durante un cuarto de hora.
El 22 de junio, la delegación francesa firmaba la sumisión
de su país a Hitler.
# Hitler tuvo una idea que quizás llevaba años acariciando
en secreto. Por decisión suya, la firma de la rendición de Francia se
celebraría en el mismo vagon de ferrocarril en el que Alemania tuvo que firmar
la suya en 1918, que se conservaba como una pieza de museo en el bosque de
Compiegne.
La caída de Francia fue quizás la noticia que más alegró a
Hitler en toda la Segunda Guerra Mundial. Pero el día más feliz de su vida estaba
por llegar. Sería el 23 de junio de 1940. Ese día dio un recorrido turístico
por todo Paris, comenzando por el edificio de la Opera. Estaba tan feliz de
poder visitar esa ciudad.
• La batalla
de Inglaterra
Para mediados de 1940, el Reino Unido era el único país
europeo que significaba una amenaza para Alemania, además de ser prácticamente
la única nación europea en resistirse a Alemania. Los nazis sabían del gran
poder de los ingleses, así que idearon un plan de invasión conocido como
Operación León Marino. Para poder invadir Gran, los alemanes debían previamente
atacar las instalaciones militares importantes de los británicos. Como sabían
que no tenían posibilidad de batir la Marina, decidieron orientar sus ataques
en contra de la Fuerza Aérea Británica: la Real Fuerza Aérea.
En julio de 1940, las aeronaves alemanas atacan
instalaciones de radar y aeródromos
británicos para debilitar su poder. En el mismo periodo, aviones de ambos
bandos comenzaron a enfrentarse en lo que conoció como la batalla de. Tras
semanas de batalla aérea, Churchill
envía un ataque a la capital alemana Berlín, desencadenando la furia de
Hitler.
Tras el ataque británico sobre Alemania, los aviones nazis
orientaron sus ataques directamente a las ciudades de Inglaterra, en lo que se
conoció como el Blitz. En primera instancia, la Luftwaffe concentró su poder en Londres, la capital del
Reino Unido. Los bombardeos sobre Londres devastaron la ciudad y mataron a
miles de personas. Durante el mismo periodo (septiembre-noviembre), también
hubo ataques contra
Birmingham y Brístol, y los alemanes, en su afán de
venganza, bombardearon ciudades reconocidas por su arquitectura y cultura como
Exeter y Bath. Posteriormente, los nazis continuaron sus ataques aéreos entre
noviembre de 1940 y febrero de 1941, alcanzando entonces a Coventry (con la destrucción casi total de esta
pequeña ciudad), Birmingham, Liverpool, Plymouth, Mánchester, Sheffield y Hull
llegando la Luftwaffe a bombardear Belfast, en la isla de Irlanda. La ciudad de
Londres siguió siendo atacada por la Luftwaffe, con menos frecuencia pero de
forma más potente aún. El bombardeo sobre las ciudades británicas ya llevaba
cerca de 43 000 muertes.
Corrían los primeros meses de 1941, y los alemanes
dominaban Francia, Polonia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Checoslovaquia,
Noruega y Dinamarca, pero no el Reino Unido. La resistencia británica era cada
vez más férrea y potente. Los alemanes no conseguían hacer desistir a los
británicos, que cada vez tenían mayor poder. La Real Fuerza Aérea se fortalecía
con el tiempo; pilotos de casi todos los países del Imperio británico se unían
a luchar junto a los británicos, los estadounidenses proporcionaban cada vez
mayor armamento al Reino Unido y Churchill, con su fuerte postura, se negaba a
rendirse. Alemania, en tanto, se había visto enormemente retrasada y
perjudicada; estaba gastando más de lo presupuestado en la contienda y estaba
perdiendo muchas naves.
Ante el fracaso de la operación alemana, Hitler ordena
detener el ataque sobre el Reino Unido en abril de 1941, para dirigir sus
fuerzas a Grecia, en ayuda de su aliado Benito Mussolini de Italia.
• Operación
Barbarroja
La Operación Barbarroja (en alemán: Unternehmen Barbarossa)
fue el nombre en clave dado por Adolf Hitler para el plan de invasión de la
Unión Soviética por las Fuerzas del Eje. En honor al emperador germano Federico
I Barbarroja, del que la leyenda asegura que no murió, sino que permanece
dormido a la espera de que Alemania le necesite.
La operación abrió el Frente Oriental, que se convirtió en
el teatro de operaciones más grande de la guerra, escenario de las batallas más
grandes y brutales del conflicto en Europa.
La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las
desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron
grandes extensiones de territorio en poco tiempo. No obstante, la llegada del
invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941.
Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de
Hitler de ganar la batalla de Moscú.
• Stalingrado
En la noche del 13 de julio de 1942, Stalin convocó al
Kremlin a Giorgi Zhukov, designado dos meses antes subcomandante del Ejército
Rojo, sólo por detrás del Jefe Supremo, y le ordenó que expusiera el plan que
había elaborado sobre la situación de Stalingrado y el Frente Sur. Zhukov
señaló –con la presencia del General V. Vasilensky, jefe del Estado Mayor
General- que era necesario profundizar la retirada de largo alcance que
realizaba el Ejército Rojo frente al Grupo de Ejércitos B del Tercer Reich
(Kluge), tras su reciente triunfo en Crimea y la captura de Sebastopol
(Manstein), y hacerlo a lo largo de 1.200/1.400 kilómetros, hasta llegar al
Volga, en la zona de su mayor proximidad con el río Don, a la altura de la
ciudad de Stalingrado.
Allí, el 62° Ejército (Chuikov) debía dar media vuelta,
atrincherarse, y obligar a los alemanes a concentrar la totalidad de las
fuerzas de choque del Grupo B, que eran el 6° Ejército (Paulus) y la mitad del
4° Panzer (Hoth), en una batalla de desgaste que debía durar no menos de 45
días. Las fuerzas que debían utilizarse en la defensa de Stalingrado eran “las
mínimas indispensables”, y debían actuar con un criterio de enorme simplicidad:
“Ni un paso atrás”. Zhukov agregó que en la medida en que el 6° Ejército
concentrara sus recursos de choque en Stalingrado, aumentaría la extensión de
sus flancos, y en igual medida su vulnerabilidad.
Señaló que lo esencial en la batalla que proponía
desencadenar no era la defensa de la ciudad, sino la concentración de fuerzas y
recursos del Ejército Rojo que debía realizarse al Norte y al Suroeste de la
capital del Volga, para desencadenar desde allí una contraofensiva de pujanza
abrumadora en un plazo no mayor de 45/60 días. El objetivo no era resistir en
la ciudad, sino modificar la situación estratégica del Sur de Rusia, y ante
todo recuperar la iniciativa
Stalin respaldó el plan, exigió que permaneciera en
absoluta reserva de “sólo ellos tres”, y mostró incluso –algo poco
característico de su personalidad- ciertas manifestaciones de entusiasmo.
Zhukov concentró 8 ejércitos, incluyendo 4 de tanques, en
el perímetro de Stalingrado, con un total de 680.000 hombres, 860 blindados
pesados (T-34) y 6.500 obuses de 105 y 155 mm., además de 2.000 cohetes
Katiushas. La concentración de fuerzas abarcaba 40% de la artillería del
Ejército Rojo, y disponía de 45% de los blindados.
El 6° Ejército contaba con 18 divisiones, entre ellas los 4
blindados del 4° de Panzers; y tenía el respaldo irrestricto de la 4° Flota de
la Luftwaffe (Richthoffen), con 1.200 aviones de combate, la más poderosa
fuerza aérea de la Segunda Guerra Mundial en ese momento.
El 62° Ejército soviético estaba integrado en septiembre
por 40.000 hombres, que en octubre, tras 30 días de combate, se habían reducido
a 20.000. Al concluir el mes de lucha, los alemanes controlaban 90% de la
ciudad, y los hombres de Chuikov mantenían en sus manos sólo una franja de 1,5
kilómetros de extensión sobre el Volga, de 400/800 metros de ancho.
Los puntos principales de la defensa eran tres: el
montículo de Mamae Turgan, la estación central de ferrocarril y el embarcadero
en el Volga. Los dos primeros cayeron y fueron retomados 8/10 veces. El último
nunca fue capturado por las fuerzas del Tercer Reich.
El mando alemán lanzó el asalto final el 13 de septiembre,
con 3 divisiones Panzer y 4 de infantería. Esa noche, cuando el derrumbe de la
defensa soviética era inminente, cruzó el Volga la 13° división de Guardias
(Rodimtsev), que se lanzó sobre la marcha contra Mamae Turgan y el ferrocarril,
que habían sido tomadas por los alemanes, y logró recuperarlas. La 13° división
tenía 10.000 hombres el 13 de septiembre, y le restaban 320 al concluir la
batalla. Rodimtsev había sido el principal asesor soviético en la Batalla de
Guadalajara (España, 1937), en la que fue derrotado el “Cuerpo de Voluntarios
Italianos”, enviado por Mussolini.
El 11 de noviembre, exhaustas las tropas y restringidas las
municiones, el asalto alemán se frenó, tras 86 días de combates. El 19 de
noviembre, Stalin y Zhukov desataron el contraataque soviético, a través de dos
pinzas blindadas que aplastaron al 3er. Ejército rumano en el Norte, y
destruyeron a las divisiones italianas y húngaras que ocupaban el flanco Sur.
En 3 días, los blindados del Ejército Rojo capturaron el cruce de Kalach y
cerraron el cerco del 6° Ejército.
En Stalingrado fueron capturados 220.000 soldados de 18
divisiones alemanas y 2 rumanas, y 80% de la artillería de campaña del ala sur
del Tercer Reich. El mando alemán inmovilizó en Stalingrado sus fuerzas de
choque, incluyendo las 4 divisiones de elite de blindados; al hacerlo perdió
iniciativa, y como consecuencia también la guerra.
Después de Stalingrado, Hitler nunca más recuperó la
iniciativa estratégica; y el hitlerismo era una construcción histórica fundada
exclusivamente sobre la noción de ofensiva. Esa era su razón de ser. Volcado a
la defensiva, forzado a hacerlo, su destino estaba sellado.
Por eso Stalingrado fue la batalla decisiva de la Segunda
Guerra Mundial, que marcó su signo y definió su suerte; y también la del mundo
en el siglo XX. Stalingrado tiene nombres propios: Stalin, Zhukov, Chuikov, y
Rodimtsev.
• Ataque a
Pearl Harbor
El 7 de diciembre de 1941 los aviones japoneses atacaron
inesperadamente las islas Hawaii, destruyendo la flota norteamericana fondeada
en Pearl Harbor.
Durante 1941 las relaciones entre Estados Unidos y Japón eran
tensas sobre todo, después de que Roosevelt había congelado todos los créditos
japoneses en los Estados Unidos, además de bloquear el suministro de petróleo a
Japón. Sin embargo, el ataque japonés fue un grave error estratégico para el
Eje, en primer lugar porque habría un nuevo frente de combate y
fundamentalmente porque provocaron la entrada en la guerra de un gigante como
los Estados Unidos. Hitler, que tenía a sus tropas atrapadas por el invierno
ruso, en las puertas de Moscú, esperaba que los japoneses atacaran a Rusia
desde Siberia para estrangularla en una operación de pinzas con el ejército
alemán. Desde el punto de vista del Eje, la visión de Hitler era la correcta
pero los japoneses, igual que Mussolini, desconfiaban con buen tino de su aliado
alemán.
Si Mussolini atacó a Grecia para iniciar una guerra
paralela a la de Hitler, tratando de asegurarse una mejor posición ante la
creciente hegemonía alemana, los japoneses atacaron a los Estados Unidos con la
esperanza de que Alemania se desangrase en su guerra con los rusos. En ese sentido, los japoneses acertaron en su
política de no asistir a los alemanes con un ataque masivo desde Siberia, pero
nunca debió atacar a los Estados Unidos por una cuestión de equivalencia.
El día escogido por los nipones para atacar no podía ser
más adecuado. La mayoría de los soldados y oficiales descansaban en sus literas
después de haberse distraído durante la noche en las calles de Honolulu.
Los japoneses tuvieron todo de cara. Gracias a la suerte, y
sobre todo, a la incompetencia de los responsables de la base Pearl Harbor, la misión de bombardeo
fue una sorpresa absoluta. El día anterior el FBI intercepto una llamada de
Tokio a Honolulu en la que preguntaban a un supuesto agente sobre la
disposición de los barcos y los aviones en la base.
Los primeros 183 aviones nipones que habían despegado del
portaaviones Akagi se aproximaban a su objetivo, la formación fue confundida en
la pantalla del radar por otra de aparato norteamericanos procedentes del
portaaviones Enterprise. El encargado del radar era un recluta inexperto.
Tora, Tora, Tora
Cuando la formación de aviones nipones fue detectada por
los radares norteamericanos, esta llevaba ya media hora en el aire. En esos
momentos el almirante Chuiki Nagumo ordenaba que despegase la segunda oleada
desde los portaaviones japoneses. Todo marchaba según lo previsto.
A las 7:35 horas de esa mañana se transmitió la que
posiblemente es la orden de ataque más célebre de la historia: ¡Tora, Tora,
Tora! (tigre, tigre, tigre). Este mensaje fue retransmitido a Tokio a 5 mil km
de distancia. Eso significaba que el ataque estaba a punto de comenzar y que la
operación se desarrollaba tal como la había planificado el comandante en jefe
de la flota de combate japonesa, Isoroku Yamamoto. La señal de ataque
propiamente dicha se radiaría a todos los aparatos a las 7:55 horas, 6min antes
de llegar al objetivo: “To, To, To”, la primera silaba de Totsugekiseyo (a la
carga).
Las primeras bombas caían y empezó el inminente ataque.
Un total de 188 aviones quedaron destruidos en tierra,
mientras que los nipones perdieron 29 de los 353 aparatos que participaron en
el ataque.
En total los japoneses hundieron 18 barcos, causando 2330
víctimas, de las que 1770 correspondían a la tripulación del acorazado Arizona
y que aún hoy, permanecen en el interior del casco del buque.
Japón nunca tuvo
posibilidades reales de vencer a una potencia gigantesca. Además los japoneses tuvieron que librar un aguerra
solos contra una coalición de naciones encabezada por los Estados Unidos,
Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra, India, el ejército nacionalista chino y
además países sudeste asiáticos que preferían combatir con los aliados antes
que servir a los japoneses.
Curiosidades:
Los alemanes elevaron a Prien a la categoría de héroe
nacional, recibiendo la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro de manos del
Führer.
El gran defensa heroico, el general Gustav Emil Mannerheim.
Moviéndose por estrechos senderos en los bosques o esquivando silenciosamente,
las tropas finlandesas caían como fantasmas sobre los soldados rusos, para poco
después esfumarse en la niebla.
Por primera vez en la historia militar se emplearon
paracaidistas.
Al comenzar el verano de 1942 los británicos pusieron fin
al acercamiento de los japoneses y los Estados Unidos de América derroto a la
amada japonesa en Midway, en la Pacifico. En agosto de este mismo año las
tropas estadounidenses detuvieron el avance japonés en las islas del Pacifico
en dirección a Australia.
En mayo de 1942 la Real Fuerza Aérea Británica llevo un
asalto a la ciudad de Alemana Köln (Colonia). Durante los tres años siguientes
las fuerzas aéreas aliadas bombardearon ciudades y plantas industriales en todo
Reich.
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A finales de 1942 las fuerzas angloestadounidenses lograron
triunfos militares en el norte de África. Esto trajo consigo mismo la ocupación
alemana de la Francia Vichy el 11 de noviembre de 1942.
A finales de octubre de 1942 la victoria de Inglaterra
sobre la África Korps, alemanes provenientes de Alamein (lo que hoy se conoce
como Egipto precipito la huida de los
militares del eje hacia el oeste atravesando Libia y parte de Túnez. Atrapada
la fuerza del eje en Túnez, aproximadamente 150.000 soldados en total, se
rindieron en mayo de 1943.
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·
Ofensiva en la Unión Soviética
En junio de 1942 Alemania y sus aliados comenzaron su
ofensiva en la Unión Soviética y llegaron a Stalingrado sobre el rio Volga
tomaron la península de Crimea y penetraron dicha ciudad a finales de
septiembre de 1942. En noviembre de ese mismo año las tropas soviéticas
lanzaron una contraofensiva en el noroeste y suroeste de Stalingrado que aisló
las fuerzas alemanas que estaban en la ciudad. El 2 de febrero de 1943, el
Sexto Ejercito Alemán se rindió ante las tropas soviéticas. Los alemanes
organizaron una ofensiva más en Kursk en julio de este año, los soviéticos
debilitaron el ataque y asumieron una iniciativa militar. A finales de 1943,
los alemanes se vieron forzados a evacuar y abandonar Kiev.
En julio de 1943, los aliados occidentales desembarcaron
con éxito en Sicilia. Trajo consigo la decisión de deponer a Mussolini, el ejército
italiano aprovecho el vacío político para imponer una dictadura militar. A comienzos
de septiembre el gobierno de Badoglio se rindió incondicionalmente ante los
aliados (8 septiembre).
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Italia
Las tropas alemanas, tomaron el control del norte de Italia
y continuaron resistiendo. Mussolini quien había sido arrestado, fue rescatado
por comando de la SS en septiembre y estableció un régimen títere neofascista.
Los aliados desembarcaron exitosamente cerca de Anzio, pero
lo lograron obtener Roma sino hasta junio de 1944. Las tropas alemanas
continuaron resistiendo hasta que se rindieron el 2 mayo de 1945. Tras la
liberación de Roma las fuerzas aéreas aliadas pudieron bombardear blancos
alemanes en Europa oriental.
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Día D
El 6 de junio de 1944 (día D) los aliados desembarcaron en
Normalia e iniciaron la liberación de Europa con el apoyo de la resistencia y
armas nuevas. Los nazis atacaron la zona de los Ardenas y lanzaron cohetes
contra Gran Bretaña son embargo no pudieron detener el avance de los aliados a
Alemania. Después de estar atrapados en la costa de Normandía durante seis
semanas, los británicos y los estadounidenses lograron escapar el 25 de julio y
liberaron París el 25 de agosto.
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Rumania
El 22 de junio de 1944 las fuerzas soviéticas destruyeron
el Centro del Grupo Ejercito Alemán en Bielorrusia. A comienzos de agosto, las
tropas soviéticas, que habían conquistado la provincia de Besarabia al este de
Rumania, aparecieron en el río Prut y prepararon un golpe en el corazón de
Rumania, con lo que precipitaron la rendición de Rumania el 23 de agosto.
En
este mismo mes de 1944, el clandestino Ejército Nacional polaco y las
organizaciones de la resistencia nacional eslovaca se levantaron contra los
alemanes para liberar Varsovia y Eslovaquia del dominio alemán; los alemanes
pudieron reprimir ambos levantamientos. El 16 de diciembre de 1944,
los alemanes lanzaron un infructuoso contraataque en Bélgica y el norte de
Francia, conocido como la Batalla de las Ardenas. El 12 de enero de 1945, los
soviéticos reanudaron la ofensiva y liberaron Varsovia y el oeste de Polonia.
El
13 de abril, los soviéticos tomaron Viena, mientras los partisanos del Mariscal
Josip Tito imponían la huida de los líderes de la Ustasha y el colapso del
llamado Estado Independiente de Croacia.
·
Primavera de 1945
En la primavera de 1945 los nazis ocuparon Viena y Budapest
pero las cosas ya estaban pérdidas para ellos. El 28 de abril de ese año
Mussolini junto con su amante fueron colgados por los partisanos italianos. Dos
días después, Hitler y su esposa, Eva Braun, con quien se había casado un día
antes se suicidaron en su bunker en Berlín. También se suicidó uno de los
colaboradores más cercanos.
El 30 de abril de 1945, mientras las tropas soviéticas
avanzaban hacia la Cancillería del Reich, Hitler se suicidó. El 7 de mayo de
1945, Alemania se rindió incondicionalmente ante los Aliados occidentales en
Reims y el 9 de mayo ante los soviéticos en Berlín.
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Japón y la bomba atómica: Fin de la Segunda
Guerra Mundial
Después de expulsar a los japoneses de las Islas Salomón en
noviembre de 1942, las fuerzas británicas y estadounidenses comenzaron a
moverse lentamente hacia el norte, de isla en isla hacia Japón.
En mayo de 1945, las tropas británicas y estadounidenses
habían conquistado Okinawa, la última de las principales bases japonesas.
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la primera
bomba atómica en Hiroshima y luego lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki,
el 9 de agosto. El 8 de agosto, la Unión Soviética le declaró la guerra a Japón
e invadió el territorio de Manchuria bajo ocupación japonesa. Menos de una
semana más tarde, el 14 de agosto de 1945, Japón aceptó rendirse; la ceremonia
formal tuvo lugar el 2 de septiembre. La Segunda Guerra Mundial había
terminado.
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Esta guerra provoco la perdida de la hegemonía europea, la
destrucción de gran parte de Europa, la perdida de las de 70 millones de
muertos solo en civiles, entre otras muchas cosas más, lo que provoca el inicio
del proceso de descolonización, en nacimiento de la ONU y el establecimiento de
un mundo bipolar: capitalismo vs socialismo (nace la guerra fría)
Alemania queda divida en 4 partes, uno para cada nación
vencedora: Inglaterra, Francia, URSS y Estados Unidos de América. Al poco
tiempo Inglaterra y Francia ceden su parte del territorio alemán a EUA,
quedando entonces dividida en dos partes, una socialista y otra capitalista
Los alcances y excesos de este genocidio se han ido
conociendo poco a poco después de concluida la guerra.
La posición de Estados Unidos de América en relación con
los conflictos bélicos, el escenario de la segunda guerra mundial fue
favorable, ya que aumento el crecimiento económico y reafirmo su primer lugar
como potencia económica y militar, poseedora del monopolio atómico. Asumió el
papel de guía del mundo y configuro una política conveniente a sus intereses.
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